miércoles, 9 de diciembre de 2009

Valor psicológico del color


Los colores que más llaman la atención son los empleados en señales de advertencia. Cuando queremos resaltar algo empleamos un color más llamativo.
A pesar de la subjetividad emocional de cada cultura, grupo humano o personas de la misma comunidad, existen aspectos generales de la analogía que pueden sentirse de forma similar: estos son los que trata la psicología del color. Por ejemplo, el azul, color del cielo, del espacio, es el color del pensamiento; el amarillo, color del sol, de la luz que sale de las tinieblas y se pone al atardecer, es el color de la intuición; el rojo, es el color de la sangre y del fuego, de lo vivo, ardiente y pasional.
De estas asociaciones se derivan otras que son decisivas en las emociones transmitidas, como: roja es la sangre, la herida; anaranjado es el fuego, llamas. Según se va concretando se especifica el significado y va perdiendo su carácter universal. Por ejemplo, azul claro de cielo y día, mar sereno; azul oscuro, de cielo y de noche, mar tempestuosa.



































Otro tipo de correspondencias, como el oro, aspecto místico del sol y la plata de la luna, responden más a la tradición esotérica que a la psicología.




















Valor simbólico del color





Cada color puede simbolizar una sensación, un estado, etc. Cada persona le puede atribuir su propio símbolo.
El simbolismo cromático tiene diferentes niveles y contenidos que producen funciones emocionales generales o las transforman. Podemos distinguir el simbolismo objetual, al que se hace como referencia códigos de información cotidiana, el simbolismo cúltico, que es el más esencial y primario, y el simbolismo costumbrista y estético, tradicional y cultural. En función de su uso cultural y objetual, el color tiene un significado que se utiliza para representar conceptos más allá de las referencias que pretende hacer. De este modo, el color trasciende más allá de la imagen representada.


























Valor cultural del color



No todas las culturas atribuyen los mismos valores a un color. Ni tampoco todas las personas.






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